Estaba Jaimito en su cama, y de repente aparecen unos zancudos, muy molestos, que le quieren picar... Entonces Jaimito le dice a su padre: ¡Papá, papá hay unos zancudos que me quieren picar! Y su padre le dice: Apaga la luz que ya se irán. Jaimito obedece y apaga la luz. Al cabo de un rato, entra una luciérnaga en la habitación, y Jaimito exclama: ¡Papá, papá ahora me están buscando con una linterna!